SEÑORES FERNANDO DIAZ

Hoy tenía ganas de ir al entrenamiento. Cuando la moral está por las nubes hay muy buen rollo en el campo. A medida que íbamos entrando en calor con los distintos ejercicios empezaba a nublarse. Hemos entrenado saques de esquina, desbordes por la banda y remates a puerta y de pronto, la lluvia. Aquí como si nada, es normal. 


Cuando han repartido los petos para jugar el partidillo me dice el entrenador, tú, de central en defensa de tres, a ver que haces español. La verdad que me lo he tomado como un reto. No se si ha sido la forma en la que me lo ha dicho pero al ver que mis compañeros de la defensa estaban muy arriba tirando desmarques por las bandas he pensado... aquí no pasa nadie :D 


Y tampoco lo he hecho tan mal. He cortado balones por todos lados. Uno de los balones en un despeje me ha dado en la espinilla, en el lugar donde tuve la entrada fea del sábado y he visto las estrellas. Cuando llegue a casa miraré a ver si tengo algo.


Cuando ha terminado el entrenamiento nos hemos ido a lso vestuarios y por el camino he notado una palmada en la espalda del entrenador, me vuelvo y con gesto serio me ha dicho, español, bien. Imagino que para esta gente, esto significa un reconocimiento a nivel medio-alto porque no son muy dados a expresar públicamente lo que sienten. Cuando iba en el tren iba pensando en ello y me he sentido muy bien.


Al llegar a casa he mirado a ver que me esperaba en mi espinilla dolorida y el resultado habla por si mismo.


El martes... tempranito para el aeropuerto porque llegaba el señor Fernando Díaz a París. Cuando lo he visto aparecer por la puerta de llegadas acompañado de mis primos... Entonces me he dado cuenta de donde estaba el señor Díaz jajaajaj que gran alegría.

Después de ponernos al día hemos llegado a mi casa, han conocido a la familia con la que vivo y me han dejado muuuuchas cosas. Tres morcillas, un salchichón, un chorizo, un solomillo, un bote de chicharrones, una caja de ferrero rocher y dos cajas de pestiños. Buahhhh!!!! Alimento made in Spain!!! Luego hemos ido al hotel donde tenían la reserva. Les han dado una habitación en la última planta con unas vistas increíbles a Montmartre.


En cuanto han soltado las cosas... directos a visitar París. Hemos empezado en NotreDame, caminando por el borde del Sena, pasando por el Pont des Arts, atravesando la plaza de armas del museo del Louvre, a través de los jardines del carrusel hasta la plaza de la Concordia y finalmente armados de valor hasta el Arco del Triunfo dejando atrás los campos Elisios.


Al día siguiente, directos a la torre Eiffel, bajando por trocadero y tomando el metro en la escuela militar para ir a mi universidad y almorzar en el campus. Después hemos ido a Montmartre, bajando en abbesses, pasenado por el barrio de los pintores, llegando hasta la basílica, bajando de nuevo, comprando souvenirs y caminando por pigalle hasta el Moulin Rouge.


En ese momento mi padre dijo: Basta!!! No podía caminar más del dolor de pies. Cortamos por lo sano... se quita los zapatos y a caminar descalzo. Viva ahí!!!! Mientras que descansaba un poco en la habitación del hotel, mis primos y yo nos compramos unas cervezas y nos fuimos al canal Saint Martin de tranquileo. Luego visitamos el ayuntamiento y el museo de arte moderno.


A la mañana siguiente antes de su partida dejamos el hotel y nos fuimos a pasar el gran día soleado que hacía en la Defense. Como hacía tan buen tiempo puedes observar el comportamiento tipo lagarto que tienen los parisinos. A poco que sale el sol... todo el mundo a la calle. Así estaban las escaleras del barrio financiero a la hora de comer. 




Luego han cogido el bus para el aeropuerto de Beauvais y fin del viaje. Que guayyyy!!!!!!