24 sept 2011

DOS MITADES DE UN MISMO DIA

Esta mañana, antes de salir para ver el studette he llamado a varios sitios, parece que es una costumbre dejar un mensaje en el contestador y luego la persona en cuestión te llamará, de hecho cada persona tiene su mensaje personalizado. He buscado la dirección del studette y he llegado un cuarto de hora antes. He pensado, bueno, quizás si llego el primero... por eso de la puntualidad. Cuando he llegado al sitio había esperando una chica de Perpignan (me acordé de ti JR). EN cuanto llegaron las en punto apareció por la puerta 6-7 muchachas más y pensé que la cosa iba a estar más difícil, nada más lejos. Baja una señora y nos dice que si estamos esperando para ver el studette es al fondo, la última planta (una 6ª planta sin ascensor). Ahora viene lo mejor, me detuve en la 4ª porque ya había cola, una cola de dos plantas para ver el studette. La muchacha de Perpignan y yo nos reiamos, no habíamos visto nada tan salvaje, unas 70 personas habría sin problema.

Total, después de una hora me toca el turno, paso y hablo con el propietario que me enseña el "studette". Mira, una habitación de 4x4 sin ventanas, con una luz tenue, sin cama (estaba dentro de una caja de cartón) una placa y un plato de ducha. Ortega Lara estuvo en un sitio mejor que ese, os lo aseguro. ¡No tenía ventanas! Un zulo, pero un zulo de verdad, como un cuarto de la limpieza pero además sin ventilación. El piso de ayer era mejor, joder, por lo menos tenía ventanas.

Ufff, salí de allí bastante desilusionado y con la moral bastante hecha polvo, pero a partir de ese momento solo podía ir a mejor. Llamo a uno de los chavales españoles y me dice que está en la plaza de la República (yo estaba ahi), me indica en el piso de la muchacha (también española) en el que está (le ha alquilado el apartamento a una muchacha americana por una semana) para que vaya. No tenía ni idea de lo que me iba a encontrar, el piso en el que esta parando esta muchacha está al lado del Canal St Martin, para todo aquel que no lo sepa, es el canal de agua con exclusas para los barcos para diferentes niveles del agua, sale en la película de Amelie, es donde ella se va a tirar piedras cuando tiene tiempo libre.

Con las veces que he visto la peli y las ganas que tenía de ir ahi, me lo encontré por casualidad. Llego al piso cuento la historia del apartamento y al rato llega una muchacha del Pais Vasco que también venía de ver el studette que yo había visto. Seguimos juntos buscando los 4, pisos de todo tipo, todo lo que sea medianamente aceptable, llamando por teléfono y dejando mensajes. Paramos para comer y la muchacha de Madrid nos había preparado estofado de ternera con patatas, bajamos al super compramos una baguette y unos helados. Madre mía, mi primera comida de olla, ufff me sentó... ya te digo.

Al rato me llama la muchacha de Polonia (decir que se llama Ola, imaginaos jajajaj) va en metro hasta la periferia con la otra amiga, Kasia, para ver un piso, que le sacará fotos y me lo enseñará, al rato me llama y me dice que tuvo que coger después un autobús para llegar al piso, super guapo pero demasiado lejos. Me dijo de quedar mañana y veríamos las fotos.

Me vuelvo a mi habitación porque dijimos de hacer un descanso, parar de buscar piso el sábado por la noche y salir a dar una vuelta. Quedamos a las 9 en la ópera, ¡que edificio! tiene una parada de metro justo delante, sales y te la encuentras de frente. Fuimos callejeando por los alrededores, pasamos por la plaza Vendome que está al lado, quería verla y pasamos por delante de un japonés especialista en sushi, el chaval, Enrique, no lo había probado nunca, total que llegamos a cenar ahi y nos pedimos un barco de 2 para los 4. No veas que cantidad de comida, cenamos por 8 euros y nos lo pasamos de escándalo, (obviamente hicimos que comiera washabi a palo seco sin saber que era jajajajja).

A la salida, en el edificio de al lado, en la primera planta, había música francesa, sonaba por todo el barrio, era una boda mexicana. Tenían una liada... llegó la poli, un francés que estaba de reportero en la boda decía, es que somos asi, no lo entiendo, no se porque somos asi, seguramente algún vecino había llamado a la poli. Nos colamos en la boda y como Enrique llevaba una cámara Reflex pasó por fotógrafo y se plimpló hasta una copa de champangne. Ya subiré las fotos que hizo, increible.

De ahí nos vamos a la plaza de la Bastilla, nos compramos una botella de vino y nos quedamos un rato hablando. Llegó también un chaval portugués amigo de la muchacha Vasca, Maite y estuvo con nosotros. Despúes llegó un grupo de franceses y se sentó con nosotros a hablar. Cuando me cansé me vine a la habitación. Me viene andando porque pasaba de pillar un taxi y el metro estaba ya cerrao. Me pegué un paseo de 30 min por la noche parisina.

No creo que mañana domingo llame nadie para ir a ver un piso, descansaré, llamaré a Ola y a Kasia porque hablamos de ir a Montmatre por la tarde, a ver si se quieren venir.