9 feb 2012

BAJO CERO

La semana habría empezado bastante bien de no ser por las bajísimas temperaturas a las que nos encontramos. Antes de salir para la universidad he mirado la temperatura por internet y he visto que estábamos a -10°C. Me he armado con mi malla nueva bajo el pantalón y todo lo que tenía que me aislase del frío. Aún así no podía hacer nada por la cara. También he cogido las cosas de fútbol porque hoy finalmente voy a poder entrenar o eso espero.


Cuando me monté en el metro estaba congelado pero a medida que el tiempo iba pasando iba entrando en calor. Otra bofetada de frío me pegó en la cara cuando salí fuera. El semestre ha empezado como de costumbre y después de las clases y almorzar me fui un poco antes para el estadio para saber donde me tenía que bajar y donde se entrenaba exáctamente porque las instalaciones son muy grandes.


El estadio se llama Charlety pero por ahora no entrenamos en el interior, solo en un campo que está anexo a éste. Cuando llegué estuve hablando con el responsable, le comenté que venía del servicio de deportes de la universidad etc. Me dijo donde tenía que cambiarme y conocí a la gente que está apuntada conmigo. Todos son franceses, yo soy el único extranjero (no me extraña, con lo que hay que liar para inscribirse), son todos muy simpáticos y juegan muy bien.


Nunca había entrenado a -5°C, es una experiencia... tan poco extrema, pero interesante. Llevaba la malla térmica, un pantalón corto, un chándal encima, unos guantes, unas bragas para el cuello y aun así no podía respirar. Entre lo fuera de forma y el frío se me hacía imposible. Fue duro pero fue algo nuevo y diferente.


Me vine desde la ciudad universitaria (que está al lado) hasta un par de paradas antes de casa hablando con uno de mis compañeros. Llegué a casa, me di una ducha y me acosté porque estaba muerto.


Al día siguiente amanecí con unas agujetas que me iba a dar algo, uffff me dolía todo. No me extraña, después de los últimos seis meses sin hacer nada. Salí de casa y para clase viendo que la temperatura no mejora. Armado con mi chaquetón de nieve reflectante amarillo piolín tengo el torso aislado pero las piernas no tanto. Dicen que cuando hay bajas temperaturas el cuerpo necesita más alimento para contrarrestar la pérdida de energía por frío... pues yo tengo menos ganas de comer, no se.


Después de terminar estuve un rato por la biblioteca pero me curé en salud y volví a casa antes de que se escondiera el sol porque, ya de por sí estar en la calle con esa temperatura es algo incómodo cuando no estás acostumbrado, súmale el viento y las agujetas, mejor estar en casa.





Esta mañana ha amanecido nevada!!! Hasta el cristal de mi ventana tenía restos de nieve de la noche anterior. He bajado a desayunar y me he encontrado con el patio interior de casa blanco, como una postal vaya. Ha estado toda la noche nevando y está toda la calle blanca, (bueno, casi toda porque cuando he salido de casa ya estaba todo el suelo y la carretera llena de sal por doquier).




Una vez terminadas las clases me he marchado para dar Taekwondo, pero no he llegado a tiempo, me tengo que desplazar de una universidad al campus de la otra y la conexión de metro no es buena, tengo que dar una vuelta muy larga. Esto tengo que estudiarlo detenídamente porque solo tengo 15 minutos desde mi última clase hasta el comienzo de la otra y tengo que llegar de una a otra. Miraré si puedo coger alguna bici (aunque ahora con el frío... me lo estoy replanteando), o mirar un bus o ya se me ocurrirá algo porque la conexión de metro es pésima.


El jueves ha sido un día normal, he estado haciéndo prácticas de electrónica, lo más simple por ahora, ley de Ohm, puente de Wheatstone y demás. Cuando he terminado todo he vuelto a casa y he cenado una ensalada de aguacates y una copita de vino, por eso del frío.

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